Mauriceando.

martes, 18 de febrero de 2014

Cristos culturales


Como yo lo veo, con diseños artísticos menos sacrificados (y sentimentales) pero más inteligentes podemos obtener resultados mucho más eficaces. ¿Pero qué sería del promotor cultural sin ese gran derroche sacrificial, sin ese moroso arrastrarse, sin los dispendios y las circularidades catatónicas? No pido que se conviertan en empresarios, pero podrían tener la humildad de aprender un par de cosas fuera de la religión estética que profesan; por ejemplo podrían aprender a no ceder al idealismo inoperante y generar resultados medibles. Pero bueno: de mediciones nada quieren saber, estos Cristos culturales.