Dolor de garganta
horrible. Siento que me han degollado por dentro del pescuezo. A saber qué repugnantes
bacterias se han fractalizado allí abajo, y juegan al póquer, en la trastienda
del buche. Consumimos mucho insomnio, anoche. Y ya hoy me encuentro completamente
inoperante. Poca apetencia de trabajar, así que me voy a suministrar el día
libre. Seguramente me pondré a leer a F. ¿Lamento no poder seguir trabajando en
la novela? No, realmente. Es la novela la que me ha puesto en este estado, más
bien yo diría. Unido en solidaridad a mi cuerpo, me pelaré por completo la pichilina.