Mauriceando.

lunes, 9 de septiembre de 2013

Con los pies en el suelo, y viendo sereno el exorbitante paisaje gramatical


Un escritor debe tomar fácil unas treinta decisiones por párrafo. Un buen texto es un conjunto de decisiones asertivas y acertadas. Quizá esas decisiones no deban venir de una suerte de plano de referencias programático, sino de una especie de inteligencia latente, más efectiva en cuanto más desprendida de cualquier intención heroica o ideológica. Entonces uno puede responder de modo directo y libre a las alturas y necesidades del texto. Se está en pleno contacto con la belleza aérea y sutil de las frases, pero además se mantiene un sentido terrestre de funcionalidad y composición concreta. Esto último nos previene de perdernos en las regiones delirantes, inconsecuentes, de la escritura. Con los pies en el suelo, y viendo sereno el exorbitante paisaje gramatical, pero sin adjudicarle ninguna interpretación soteriológica o superestructural de fantásticas dimensiones.