Mauriceando.

lunes, 9 de septiembre de 2013

Mushotuko


Mi sadhana –mi práctica espiritual– ha sido escribir. Me siento a escribir como otros a meditar. Y escribo sin objetivos. Hay, claro, consideraciones prácticas, pero son menores. Lo importante aquí es notar como cualquier finalidad ulterior colapsa toda vez en la falacia de su propio horizonte. Hay un término, en el zen japonés, mushotuko, que apunta a un estado interior que no tiene meta alguna ni se posesiona de ningún relato salvador. Pues eso: yo práctico la escritura mushotuko. Escribo porque es lo que hago, porque es mi sadhana. Es escritura que no trae nada ulterior: se agota en sí misma. Y nada más.