Diré que respecto a mi grupo literario inmediato
–aquel que surgió en los noventa, que grupo no era, contrario a lo que se
piensa– se han dicho toda clase de burradas e imprecisiones, incluso por
aquellos que lo conforman. No seré yo quien desmienta tales burradas e
imprecisiones; qué caso tiene; y además eso le corresponde a los historiadores
de la literatura, esos que no existen. De esa cuenta la historia de la
literatura se va hilando a base de falsedades, y de vez en cuando uno mismo
echa alguna al fuego, para atizarlo, y divertirse.