Mi ética es artesanal. Mi ética es digital. Mi ética
es internética. Creo en la intertextualidad, en la promiscuidad, en la nueva
inteligencia colectiva. Creo que esta inteligencia colectiva no puede ser reducida
por medio de los antiguos paradigmas legales y comerciales. La sinapsis es
inevitable. ¿Cómo decirle a un cerebro que no piense? Hay que matarlo. Pero
nunca van a conseguirlo: hay un gato y dos mil millones de ratones, dos mil
millones de cómplices. Huyo de los modelos trianguladores, y de la mediación
del mercado y del establishment artístico. Me salto al editor, me salto al
librero, me salto al curador, me salto al censor, y a todo el puto sistema de
elegidos y sacerdotes culturales. Podemos defender las condiciones y derechos
de cada cual y lo que ustedes quieran pero no a costa de la inmediatez, de lo
directo. Con Wikipedia todos ganamos. No estoy hablando de la ganancia jurídica
sino universal. La contracción y la implosión no pueden ser características de
internet. El internet es el no man´s land del siglo XXI. Los seres
humanos necesitamos de la mitología del no
man´s land, y esa mitología está siendo facilitada actualmente por el
internet. Mi primer apellido es Commons
y el segundo Freeware. Lo cuál no quiere decir que no tenga moral: agarro pero
entonces doy. Hay un homenaje implícito en la piratería que hay que aprender a
reconocer. Los que menos deberían alegar son todos esos artistas que están
forrados de billete: ya tienen billete. Una sana neutralidad les haría un gran
bien. Es la dictadura del I Me Mine. La propiedad –privada o pública–
como una sobreimposición conceptual del ser humano, un juego neurológico que
hemos llevado demasiado lejos. Y la pregunta es: ¿quiénes regulan el juego y
por qué? Tampoco estoy defendiendo a los filibusteros avorazados. Muchos de los mártires y
héroes espontáneos del proceso SOPA y
similares están lucrando feo y mal, no hay modo de circunvalar eso. Lo ética aquí no
es regida por el acto y ni siquiera el resultado: es regido por la motivación.
Y donde hay una cifra con muchos zeros la motivación no puede ser correcta.
Para vivir afuera de la ley tienes que ser honesto, dice Dylan. Por demás la
cultura hay que merecerla. Mi ética es artesanal. Mi ética es digital. Mi ética
es internética. El blog es un Súmmum. El podcast es Pura Tecnología de los
Dioses (y ciertamente el evento epistemológico más importante que me ha
ocurrido en los últimos años). Creo en la distribución mutante. La redifusión
alcaloide. El feed esquizofrénico. Quien no sepa apreciar la belleza de este
proceso es un insensible. Estamos viviendo un western, con un sheriff y un
outlaw. No me molesta el sheriff: la piratería solamente tiene sentido en un mundo
de límites, por tanto yo creo en esos límites. Y me los brinco.