Mauriceando.

domingo, 23 de enero de 2011

El estancado

Siempre, en toda manada, hay uno que se ha quedado atrás. Le acompaña una nube negra todo el tiempo, en su camino a ninguna parte. Sus pantalones se le caen sin razón, por mucho que se apriete el cincho. De sus labios van saliendo largas letanías sobre las miserias de la vida. La Evolución lo mira y se arrepiente de haberle dado una oportunidad en eso de la selección biológica. Nunca tiene los huevos muy suficientes para cortarse las venitas. Todas sus batallas son incruentas. Es la fuerza de la inercia en toda su predominante y corpulenta adiposidad. En el gimnasio de la mediocridad, es el número uno. Un infeliz... Una pobre criatura…