Fidel Celada me pidió que hiciera una reseña del nuevo libro de Halfon para la edición dominical de Siglo XXI. Él ya no es el editor del Magacín, pero fungió, según entiendo, como una especie de mediador entre mi persona y el Verde, con quien tuve diferencias laborales un poco enmierdantes. A mí me cae bien el Verde, pero no conectamos en cuanto a trabajo. Fidel me insistió con escuela y cariño y yo accedí a su petición, a pesar de que en realidad ya yo había retirado mi embajada del Magacín; digamos que no puedo olvidar que Fidel fue de a huevo conmigo cuando él mismo estuvo al mando del mismo, así que le seguí un poco la corriente. Ésta es la tercera reseña que hago de un libro de Halfon, y espero seguir haciendo muchas más. Me considero su fan número uno, y puedo decir que es el único escritor guatemalteco vivo cuya prosa me da celos profesionales. En fin, ya se verá lo que tengo que decir de su libro en el Magacín. Entretanto, Fidel me aseguró que mi reseña será respetada, y que toda la comunicación se hará con él directamente. Ya veremos qué onda.