Mauriceando.

miércoles, 2 de junio de 2010

El traidor de citas

Ya he hablado en una columna de opinión de aquél que llega tarde; de cuánto y cómo y en qué medida lo detesto. Pero hay alguien peor: el que ni siquiera llega para el caso: el traidor de citas. De todos los torpes otros éste es el peor por mucho. No restituye su torpeza con al menos la posibilidad de ser reprendido; no está siquiera presente para la puteada. Hoy me dejaron plantado.