Mauriceando.

jueves, 3 de febrero de 2011

Los Cairos

Los Cairos colapsan, sangran, se incendian, mares de gritos que son cielos de brazos alzados. El pueblo pide sangre, ah sí. Para que resbale por las paredes de alguna pirámide hacia las negras arenas de la indignación social. Caso de que no se observe este sacrificio, el mamut de la Plaza Tahrir promete más piedrapalo. Ellos, los nuestros, los egipcios de un nuevo eon, pero cuánto precio, cuánta agresión y cuánto muerto. Hay que comprender que cuando yo lanzo una piedra a mi supuesto represor, estoy en el acto adoptando su mentalidad de muerte. La revolución de los pueblos debe hacerse desde la claridad y la compasión, o estará condenada a engendrar un viento inconstante, un nuevo nido de odio.